El eterno retorno

Este fin de semana regrese a la calma y al silencio, la caravana incesante no me quito el sueño y el ruido de las voces buscando soluciones no llegó a alcanzarme. Por mi hubiese estado viviendo en aquel lugar interminable que necesitan mis ojos, pero que rehuyo por el temor que traen las horas en silencio, el mismo que busqué, como única cura posible.

Caminé largas horas sin equipaje, más que algunas canciones que alabaran la peregrinación, porque hay peregrinaciones que no llevan si no al santuario que guardamos, despojados de construcciones, imágenes y mercaderes.

En calle Huérfanos vi pasar niños embetunados de dulce, madres despeinadas y cansadas, mujeres caminando en pasarela, arropadas con vestidos y blusas que flotaban junto a su ego, Hombres regalando un te quiero en bolsas de multitiendas, otros, riendo despreocupadamente con el humorista de turno y muchos, con su mirada depositada en el vacío, con la esperanza perdida por los abusos, buscando al culpable más allá de si.

Abrace a los que regalan abrazos, me quede como media hora abrigada por su ternura, ni uno de los dos dijo nada, una sonrisa al partir sello la entrega. Hay quienes no saben abrazar y cuando lo hacen su cuerpo pareciera alejarte sin hacer. Otros en cambio, nacieron con el don de amar en un abrazo, de sanar con el solo hecho de rodearte, de encerrarte en ellos. Debe ser que mi familia es de abrazos largos, mi madre los exige y te masajea la espalda mientras lo hace, mi hermana te desarma en uno, alocada te zarandea de un lado a otro, mi hermano suele apoyarse cuando su alma está cansada…

El sábado reencontré mucho de mi, mis ternuras olvidadas, mi verbo adormecido, la calma perdida en el vaivén de mentiras, la risa espontánea, el sábado regresé a casa y pude mirar sin miedo lo que soy.

Réquien en memoria de la chica que fuí.

Hace ya un tiempo daba vueltas en mi cabeza, hace ya un tiempo tus ojos se escapaban de los míos cuando te hablaba, síntoma inequívoco de la mentira.

Caer, caer y caer, cien veces caer… Sin sujetador ni pasamanos, el engaño suele llevarse hasta los más tibios sueños… el tiempo también…

Bostezo, aburrida en un café, en frente, la chica con aquella mueca permanente de tristeza y desilusión. Ya no puede creer, ya no quiere creer, sabe que un perro viejo guarda más ilusión en la próxima esquina.

Me levanto para caminar, con el Réquiem de Oxford Camerata en los pies, suave como un niño al nacer, la mejor cura, es el silencio… callar es muchas veces una manera de decir dolor… todo lo demás, me refiero a todo lo demás... regresará sin que nadie sospeche que se fue...

Perséfone

Santiago de Chile

Las palabras deambulan en silencio por las calles que anduve

El frío no se oye en los noticiarios

Y la tibieza del beso aun provoca vapores en la ciudad

Las visiones quedaron atrapadas en medio de la neblina

como soldados abandonados a su suerte

Pero no estoy sola…

Cientos buscan una salida

en la ciudad sin guerras evidentes

en la ciudad de los bellos durmientes

cada uno esperando el beso que nos despierte

del letargo que provoca caminar sin razón

más que las que exige

el sustento de la materia que nos sostiene…

¿El miedo tiene cura?

Alprazolam, clonazepan, diazepam, ravotril o prozac

¿Cuál de ellos te mantiene en pie?

O es tu fe los domingos

O el incienso a los pies de buda

O una canción que acalle el ruido de los trenes que pasan por tus entrañas

Yo guardo un dulce en el pantalón

Yo guardo una pequeña luz

Como todos los que duermen en

En Santiago de Chile…

Los estados del corazón...

obstacle 1
quisiera comer la sal de tus
marchitos y perdidos
labios.
Podemos aparentar que los
viejos momentos ocasionaron
solo el daño lógico
podemos concluir que
las viejas lineas lograron
que nada cambiara

bien
ella puede leer
ella puede leer


Estoy desconectada, debo volver a caminar mil cuadras para encontrar las respuestas. “Obstacle 1” de Interpol suena como el alimento para las ideas, que vienen como electroshock desde los pies hasta las entrañas. Y recuerdo cuanto he vivido y recuerdo que nada a destrozado un ápice lo que soy, que aun mantengo la capacidad de amar intacta, que suelo saltar sin miedo, que sólo creí en el pasado mientras hacia el presente, porque nunca existió para mi el futuro…

Y regresa la calma y no me arrepiento de lo que soy, así me llamen fría, así digan que nada siento, así me acusen de falta de compromiso, nadie puede acusarme de no haber amado, nadie puede acusarme de no haber regalado hasta la última gota.

FOTO: CLAUDIA TREJOS "MIRA"

Y luego vuelvo a reír, y me pongo a bailar y cantó hasta para los vecinos que quieran escuchar y lanzo los cojines lejos y me tiro sobre el sillón y me quedo mirando el techo hasta que todo se va…

Pd: Acabaremos juntos... lo sé y lo sabes.

El otoño comienza su incansable trabajo, despojar y llevar, para cuando sea mañana.

FOTO: CHRISTIAN ALARCÓN

Han pasado las horas tan rápido, que no sé en que momentos tomamos ese tren. Voy con los ojos cerrados, pensando en lo que no es, una vez más construyendo sobre la marcha, porque nunca gusté de escribir más que en las hojas pasadas.

Pero cuando tu mano está a un paso, cuando me pides un beso al pasar, cuando hasta lo más cotidiano puede ser arrebatador, el futuro por primera vez se sienta a mi mesa y me interroga en las horas que duermo, trayendo imágenes a su antojo, como un narrador tirano e implacable.

IN THE CITY, la chica liberal está atrapa

FOTO: Christian Alarcón

Tengo problemas, si tengo problemas, decía la señorita liberal sentada en el piso de su departamento. Como salgo de esto, se preguntaba mientras la canción “Raquel” de Jorge Drexler sonaba de fondo


Mi hija crece a paso acelerado, tiene recién 13 años y ya quiere consumir pastillas anticonceptivas. Yo, que pregoné a los cuatro vientos la libertad absoluta sin asco y sin culpa, yo que le exigí a la muy agrandada que me las pidiera cuando las necesitara (en mi cabeza pensé que eso ocurriría a los 16 años), es decir antes de dejar de arrastrar la bolsa del pan, me complique de pies a cabeza con la petición, y saque cuentas, y me convencí que a esa edad yo era más autónoma, que al menos me iba sola a casa desde el colegio, que la topo ni siquiera se manda esa odisea y ya quiere pastillas. Con la cabeza revuelta, con los pies en la tierra, con la pena escondida, con la culpa atragantada, y si, la culpa de haberla criado tan libre me carcomió de repente, y su padre se enmudece y le exijo que hable con el muy desgraciado, antes era el jona, ahora es un completo enemigo, el muy maldito tiene 17 años y quiere que mi hija de 13 tenga un cuento más allá de los besos con él, maldición le partiría la cara y estuve a punto de hacerlo en mi imaginación cuando le explicaba a modo de inquisición que no pretendiera adelantarle etapas a la Sofía, que ni se le ocurriera, que era delito, que su padre lo llamó porque necesita hablar con él. El pobre chico se puso pálido como un papel y con una voz de hilo me dijo, bueno tía, esta bien… yo los entiendo…. No… no me entiendes, uno a esa edad no entiende nada, sólo es un ente dominado por millones de hormonas que nos conducen derechito al sexo del otro, y que va, si hace poco me sentí igual y me habría gustado que mis papas me explicarán las cosas como son, que no completara mi falta de información preguntándole a mis amigos que sabían menos que yo, que acabe en revistas especializadas para que no me pasaran gato por liebre.

Cansada y juro que estoy cansada de pensar cual es la mejor frase, la mejor salida, el mejor argumento para retrasar este paso, pero luego me sacude la realidad, no hay nada que hacer, la chica confía en ti, por eso te pidió pastillas, sabe que en cualquier momento cruzará el umbral y hay que asumirlo… La Sofía ha sido una hija ejemplar, una excelente alumna, una amiga como pocas, una nieta adorada, respetuosa y cariñosa, única en su especie, pero ha comenzado a crecer y espera que tu la entiendas, y espera como antes, que en este paso tu mano este antes que tus convicciones y egoísmos… Ha comenzado la parte buena de ser mamá, la que te pone a prueba frente a un espejo…

Bailaremos juntas este tema amada Sofía...