martes, junio 30, 2009

La Antirrábica




Rabeo en las tardes cuando el día se me vino maldito y tarde en darme cuenta
Rabeo por las mañanas con el tiempo pequeño e incómodo
Rabeo la noche con tu mano tan lejana que se torna irreversible
Rabeo cuando los adioses se vuelven una carga molesta
Rabeo con mi presencia extendida hasta el hartazgo en la vida de otro
Rabeo si no oigo la historia que me traes
Rabeo con mi ansía tan severa que olvido la tuya
Rabeo cuando la tristeza me roba el presente
Rabeo con la ternura porque no sé que hacer con tanta belleza
Rabeo cuando se van a ser felices porque quiero la felicidad toda conmigo
Rabeo con los cojones que no sostengo
Rabeo cuando tu boca me provoca morderla y la beso
Rabeo cuando mis palabras saltan para herir
Rabeo con la eternidad instalándose en mis sueños
Rabeo cuando digo y no hago
Rabeo cuando la rabia es mi fundamento
Rabeo si veo y no apunto
Rabeo porque al encararte rabia
Defiendo lo más divino de mi…