miércoles, enero 10, 2007

Un avión cayó en mi barrio

Me pareció escuchar caer un avión en mi antiguo barrio, me pareció oler la carne quemada, especialmente el olor de los corazones, suele ser especialmente invasor, tanto que te hace llorar. La candidez nunca ha sido uno de mis atributos, suelo ser mal pensada, ando viendo malas intenciones en todos lados y no sé que hacer cuando me preguntan si confío, prefiero callar a decir una gran mentira, lo cierto es que era un anuncio, los juegos de gente perversa no son para quienes creen serlo, generalmente quien lo es ni siquiera se entera, sino hasta que todos se le quedan mirando y pidiendo explicaciones. Pancho suele decir que el juega a “gueón” que eso es mejor, juega a perdedor por que si gana algo nunca lo esperaba, pero no planea siquiera ser perverso, lo que pasa es que se le da y ya. Yo hablaba del avión que cayó en mi antiguo barrio, el barrio del polvo del literal y el de segundas líneas, del color dorado filtrado por las tardes, de gritos y fuertes olores en días de feria, no olvido el olor a tomate secado al sol y de los silentes que salían a recoger las sobras de los pobres, hay gente que recoge las sobras de los pobres, del barrio que parió a extraños seres, hombres y mujeres de barro que terminaron siendo semidioses, pequeños grandes golem que no acaban de construirse, casi todos ya se fueron, otros se mantendrían ahí de puro orgullo, lo cierto es que sentí olor a corazón fundido, lo cierto es que extrañé estar ahí para servir un té y dar un abrazo, pero cada cual partió a la tierra prometida, incluso yo.

2 comentarios:

Ciriaco Pescador dijo...

Me han dado ha entender, de una u otra forma, que nunca pertenecí a ese sitio de surrealistas giros de cámara, me lo han dicho, me lo han sugerido, me lo han escupido, "informado" de mil formas y yo, tan suceptible a los mensajes (de efecto doppler, tardío, claro está), tan preparado para los vaticinios que me harían llorar avanzada mi edad, me retiré dignamente, al menos eso creo yo, peleé mi último round, mi último estertor, fuerza de flaqueza, agotando las posibilidades que, dicho sea de paso, nunca existieron, no soy de barro, soy de agua, soy la mitad de barro, soy "bar" (¿...?), pero creo, desde mi humilde podium, estar en ese lugar al que tú llamas "tierra prometida", para mí, Barrancas fue mi tierra prometida, me recibiste como solo tú sabes hacerlo, me encantaría recibirte en esta tierra como la mejor forma posible e imaginable.


Ciriaco (desde el lugar en donde el cerdo se come adobado, no crudo).

...sushiii...

Húayat dijo...

Yo también soy barranquino igual que Ciriaco Pescador, al parecer , pero le que quiero es agradecerte por hacerme recordar tan exquisitos momentos para mí en donde conocí una variedad de personas interesantes . Bueno sigo conociendo personas interesantes ese es mi fin creo .Sigamos en contacto , seguiré transcribiendo mi poesía en mi blog espero que la leas .
Un besito chau.