
Mudé los soles que abrigan el inicio de la primavera
jugando al misterio entre las nubes
para alcanzar la punta aun encendida de tu mano
encontrándola apagada en medio de la noche
bajo aquel farol que nos iluminó tantas veces y tantas voces
cuando el amor se empinaba en lo más alto de la historia
Y el perro me interroga con su cola
Y la gata se pasea celosa
cada uno me pregunta por tu sombra
y les cuento que hay muertes que no descansan
y deudos que no lloran
por que no entienden la muerte
por que a nadie olvidan
por que acarrean cada segundo
y se hacen de cada partícula que les pertenece
y se las llevan consigo
hacia el mar que no baña ni una sola costa
en aquella barca sin tiempo que vaga por el universo
cogiendo en cada satélite
a los que no creyeron en la muerte…
Persefone…