domingo, septiembre 16, 2007

Canción Primera: Calle Maturana

Te esperé en el banco que daba a calle Maturana, donde llegabas con tu caminar inconcluso y las manos cargando secretos para el futuro. Debe ser que la risa no conseguía abandonarme, cuando tú de bufón alocado saltabas en medio de la plaza, esperando que la verdad apareciera en el crucigrama. Fumabas, para que tu boca no soltara alguna pesadilla y el reloj dejaste olvidado en el cajón de la prisa. Loca por caminar por Rosas al atardecer, guardando mis besos en papel, mientras me contabas que en una curva del tiempo nadie nos esperó y moríamos cada noche a las diez.

En la calle del olvido, salta de vez en cuando el beso anochecido de luciérnagas, el mismo que susurraba quédate.

Me senté en el café, donde el mesero escucha Calamaro pasado las seis y no pregunta que voy a beber. Confundí las noticias del periódico y donde decía Muerto en la línea del tren, yo escribí Muerta no para de beber. Y todos pronosticaron que iba a suceder, la maga nos daba un mes, la Paula creyó en Robert Desnos y su "Había una vez y fueron tantas veces un hombre que adoraba a una mujer" y que podía yo hacer, sino esperar que la suerte escogiera a nuestro favor, pero nunca creímos en el azar y no apostamos a ganador.

En la calle del olvido, salta de vez en cuando el beso anochecido de luciérnagas, el mismo que susurraba quédate.

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